Forjando un sueño

Hace tiempo que realicé esta figura por encargo para la firma, por aquel entonces inexistente aún, Forja Miniaturas.
Cierto día Carlos Asensio, ávido, añejo y conocido coleccionista de figuras en kit, me llamó para hablarme de un proyecto que soñaba con poner en marcha, y como los sueños son una de mis debilidades, y me tengo por un tipo educado, le escuché aténtamente. Se trataba de realizar, para comercializar, una colección de figuras históricas con el aire nostálgico de los "soldaditos de plomo" de toda la vida (toys), pero aplicando las técnicas escultóricas hiperrealistas actuales, y con la particularidad de centrarse en la historia de España.

Lo tenía todo requetepensado, y transmitía mucha ilusión al contarlo. Tras explicarme los pormenores, y detallarme los pormayores, me dijo que la intención de su llamada era la de encargarme la primera figura de esa nueva colección, y como resulta evidente, acepté!. Dicho encargo consistía en representar un militar español en Filipinas durante el tiempo en el que, el siempre convulso país asiático, fuera colonia española. El susodicho militar era concrétamente un oficial del regimiento nº7 de Manila, en 1887. Recuerdo que me envió un dibujo a plumilla de la época, como referencia para el trabajo de documentación.

Labor que fué bastante complicada, como suele ser habitual teniendo en cuenta la desastrosa conservación del patrimonio de la que hacemos gala en nuestro país. Pero uno que es un poco ratón de biblioteca, y además tiene muchos, y buenos amigos para esas lides, acabó por resolver el problema y reunir todos los datos necesarios para ponerse a ello. Para mí, la conjugación de espacio y tiempo es fundamental en el diseño de la miniatura de temática histórica. Así pues, desde que Carlos me expusiera el tema, me rondó la idea de componer una escena que recordara a las fotos y postales de finales del siglo XIX, tan características, en su estética, del colonialismo tanto propio como ajeno.

Para ello decidí enmarcar la figura en una escenografía sustentada en una sección de un bahais, es decir, la casa típica del sureste asiático de pared de bambú y techo de hojas de palmera. Y así, la combinación de ambas me permitiría ubicar la figura en un contexto espacio-temporal. Y tras un largo y laborioso proceso que os ahorraré, la 1ª figura de una nueva colección de miniaturas históricas, lucía en una cuidada edición numerada y limitada a 100 ejemplares (que para l@s interesad@s diré que distribuye en exclusiva De Tara).
Y así fué, a grandes rasgos, cómo con una pequeña escultura, habíamos forjado un gran sueño, Forja Miniaturas.