El pasado mes de diciembre se cumplió un año de la presentación pública de la colección Little Nemo. El evento tuvo lugar en el espacio SinsEntido, Madrid, aunque dónde tan aventurado proyecto se fraguó, fué en las Jornadas del cómic de Avilés, tiempo atrás. Desde que comenzara a realizar la figura conmemorativa para las Jornadas de cómic de Avilés, llevaba dándole vueltas a la idea de crear una colección de figuras que rindiera tributo a los personajes de nuestro cómic, ese que se escribe con H de historieta, o con T de tebeo. Y dónde también hubiera espacio para los clásicos universales, pilar básico de la historia del 9º arte. Pero dado el estado y características del mercado del cómic español, que no es precísamente el de la BD francesa, no acababa de decidirme. Cierto día comenté mi idea en una tertulia de café en la que se encontraba, entre otros, Ángel de la Calle (que por aquel entonces estaba preparando material extra para la edición integral de "Modotti"). Mi rocambolesca idea le encantó, y rápidamente se convirtió en un militante entusiasta, e instigador inasequible al desaliento de la misma. Con el paso del tiempo, y harto de mi indecisión, se las arregló para que coincidiéramos en una misma mesa, sita en Avilés, Jesús Moreno (Editorial SinsEntido) y servidor. Jesús se entusiasmó con mi proyecto, yo me ilusioné con su entusiasmo, y Ángel se llevó el gato al agua. Y así, casi sin darme cuenta, Little Nemo tenía fecha programada para su nacimiento.Ahora que ha transcurrido un año, y que el estrés de llegar a tiempo y la tensión de que todo esté en su sitio, en su momento, son imágenes borrosas que se disipan, lo recuerdo como un día muy especial. Recuerdo la fria pero soleada mañana, la suculenta comida en el Gades con mi amiga Itos y su hija Candela que recorrieron 500 km para no perderse el alumbramiento, que pude montar con calma la mini-expo y contar con la siempre inestimable ayuda de Isabel Celada...Y recuerdo que paseando para aplacar la ansiedad del estreno por las calles de Chueca, me encontré con Alfonso Azpiri, que se dirigía a la presentación, y de paso, evitó que llegara tarde. Y recuerdo como el visceral miedo a encontrarme una sala vacia, se desvaneció al encontrarme y reencontrarme con tanta gente, y tan cariñosa, amable y entregada. Y que los responsables de la presentación, Pepe Gálvez y Ángel de la calle, hablaron hasta sacarme los colores, y cómo a partir de ese momento, yo comencé a hablablablablar hasta una hora indeterminada de una difusa madrugada.Y recuerdo, es un decir, que me desdoblé por triplicado para estar en tres fiestas distintas, a una misma hora, en tres locales distintos, de una misma calle. Y recuerdo que a la mañana siguiente, que también es un decir, me enteré que Cupido había hecho acto de presencia en una de esas fiestas para llevar al amigo Cundi de regreso a la mar (con mayúscula). Y que el calor con el que fuí acogido en los aposentos de Pipi y Hugo no se puede describir con palabras.Y también recuerdo a Pedro y Carmen (sin padawan) e Iván y Hanna (con sorpresa), Yolanda, Bea y los Rafas, Lorenzo, Ricardo, Javier, Guille Coll, y muchos nombres más, que estuvieron presentes en la promo, y a los que estoy muy agradecido por haber hecho del nacimiento de Little Nemo, un día muy especial.
Vaya, con todos estos recuerdos, mi más sincero agradecimiento a todas esas personas, y a todas y cada una de las que habéis hecho posible a lo largo del año transcurrido, que la colección Little Nemo continue siendo una aventura de sueños, en un mundo real. GRACIAS!.
Epílogo: Las fotos han sido amáblemente cedidas por una encantadora persona que tuvo a bien hacerlas. Cundi y Mar viven felices y comen perdices, bueno, son más de lollitos plimavelales. Y Little Nemo es un niño sano y fuerte que crece despacio pero seguro, con cierta tendencia a soñar mucho y de vez en cuando, a caerse de la cama. ;-)
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