Tras una prolongada e intensa estancia en Madrid, ya de vuelta en la Marcueva, retomo las peripecias poliédricas narradas en este espacio; y lo hago exáctamente donde lo dejé en el último post, es decir, dejándome condicionar por esa bruma nostálgica que suele invadirme cada otoño.
La viñeta que hoy os presento, supone la primera referencia de una nueva colección que estoy haciendo para Fontegris Miniatures, y os diré, que es uno de mis proyectos más añejos, y más cargados de nostalgia. Se trata de la colección "Joyas Literarias Universales". Resulta evidente el guiño, y sentido homenaje, a la celebérrima colección de tebeos de Bruguera, "Joyas Literarias Juveniles". Y es que, a mí, como a tantas otras personas, de otras tantas generaciones, las Joyas Literarias de Bruguera, y las obras que adaptaban, me marcaron la infancia. Uno de mis pasatiempos infantiles favoritos, era leerme la novela original, y después la adaptación a tebeo. A veces, las menos, me llevaba un chasco al ser los personajes dibujados distintos a como yo los había imaginado leyendo la obra original. Otras veces, las más, disfrutaba del aporte visual de los tebeos. Y siempre, me quedaba con ganas de más páginas.
El planteamiento de la colección es sencillo. Una vez escogida la novela, me planteo el diseño de la figura o viñeta (pequeño diorama), como si de una portada en 3D se tratase. Claro está que, la imagen resultante, es mi visión, obviamente subjetiva, de la novela y/o sus personajes centrales. Se han puesto dos ediciones a la venta. La edición pintada ha sido limitada y numerada a 50 ejemplares, se presenta en caja con portada a color, e incluye una tarjeta/certificado con el nº correspondiente y firmada; y se puede adquirir através de la web marconavas.com. La edición en kit (a montar y pintar), ha sido limitada a 100 ejemplares, también se presenta en caja con portada a color, y se puede adquirir en la web de Fontegris.
Podría deciros que me resultó muy difícil decidir qué obra sería la elegida para inaugurar esta nueva colección, pero mentiría y no acostumbro a ello. Lo cierto es que son muchas las obras literarias que me gustaría representar, pero desde un primer momento, hace ya mucho tiempo, tuve claro que si algún día materializaba esta soñada colección de figuras, la abriría con "La Isla del Tesoro". Robert Louis Stevenson es uno de mis escritores clásicos predilectos, y "La Isla del Tesoro" una de sus novelas con la que más he disfrutado. He dicho por estos lares en más de una ocasión, que desde siempre he sentido cierta fascinación por la figura del pirata. Claro está que con "Piratas", no me refiero a los cuervos de la tempestad de las finanzas, ni a sus acólitas sanguijuelas que desangran la Democracia desde el poder político, ni tampoco a los falsos gurús de las grandes corporaciones. No, esos no me causan fascinación alguna, sino una profunda repulsión. Los piratas que a mí me fascinan, son esos sobre los que escribió Espronceda. Esos cuyo velero bergantín contaba cien cañones por banda. Esos que por bandera tenian su barco, y por único Dios, la libertad. Esos, para quienes la ley eran la fuerza y el viento, y su única patria, la Mar.
Es evidente que no corren buenos tiempos para la piratería romántica, y menos aún para la poesía. Son tiempos de mala pata para el pirata, y poca plata para el poeta. Pero ya se sabe que, pirata con mala pata, acaba empuñando la estaca!.
¡"Joyas literarias juveniles"! ¡Cuantos recuerdos! De aquellos tebeos viene sin duda mi afición a la literatura decimonónica, pues fue mi primer contacto con muchos autores de la época como Julio Verne, Walter Scott, etc, etc...
ResponderEliminarJajaja... Qué bueno verte por aquí!. Ayyy... amigo mio, cuanto bien han hecho las joyas juveniles a la literatura.
ResponderEliminarLo dicho MiLord, me alegra verte por aquí, y que te haya gustado mi último, y descabellado, proyecto.
Abrazos!!