IRES, DEVENIRES, Y REFLEXIONES ESCRITAS EN VOZ BAJA.

jueves, 25 de agosto de 2011

¡Qué difícil es ser Dios!

Así es. Y hace poco que lo he descubierto, concrétamente, la semana pasada, escuchando al Papa. Lo de que soy Dios, digo. Que tal oficio ha de tener más dificultad que beneficio, hace mucho que me lo vengo barruntando. Y es que en uno de los discursos papales durante las JMJ de Madrid, Benedicto XVI, entre otras muchas cosas dijo, en referencia a agnósticos, ateos y demás partidarios del laicismo, "Sí, hay muchos que, creyéndose dioses, piensan no tener necesidad de más raíces ni cimientos que ellos mismos". Hombre, yo diría que eso de creerse dioses es más propio del egoismo y ansia de poder desaforados de las jerarquias de un sistema clasista que se rige por el "tanto tienes, tanto vales", del que, por cierto, también participa el estado Vaticano, su banca, y sus empresas. No, lo cierto es que yo no me creo Dios. No soy tan prepotente y ególatra. Ni siquiera soy lo suficientemente pretencioso y soberbio para decir que hablo con ÉL, algo que por cierto, acostumbran a asegurar sin complejos, ni rastro de humildad, algunos miembros de la aristocracia de la iglesia católica. Aunque os confesaré que, a pesar de no ser creyente, muy de vez en cuando yo también le pido a Dios. Ya sea por que acostumbro a conceder el beneficio de la duda, o por que quizás sea como Buñuel, "ateo gracias a Dios", pero le pido. Le pido poquita cosa eh?, pero la burocracia del Vaticano parece tenerlo demasiado ocupado.


También añadió el Papa en la misma omilía, y en referencia a las mismas personas, "Desearían decidir por si solos lo que es verdad o no, lo que es bueno o malo, lo justo o lo injusto; decidir quien es digno de vivir o puede ser sacrificado en aras de otras preferencias". Yo diría que a eso, en general, se le llama pensar; y de poder hacerlo en libertad, habló Jesús de Nazaret largo y tendido. Tanto, que le costó la vida. Y añadiría que, en algunos paises islamistas, hay personas que, dejando de decidir por si solos, es decir, anteponiendo la moral a la ética, matan a pedradas a mujeres, sobre quienes unos señores que dicen hablar en nombre de su Dios, el cual les dicta que es verdad, bueno y justo, deciden cuánto viven y cuándo mueren; sacrificando así seres humanos en aras de otras preferencias, concretamente las suyas. Desgraciadamente, la iglesia católica también ha decidido en demasiadas ocasiones quién es digno de vivir y quién no. Y siempre, lo ha hecho en aras de sus preferencias. Y no estoy hablando de la Edad Media, ni mucho menos. A lo largo y ancho del siglo XX, tenemos multitud de vergonzantes casos en España y toda Suramérica donde la iglesia católica decidió quien era digno de vivir, y a quien su dignidad habría de costarle la vida. Esa es la Verdad, y no es ni buena ni justa; aunque ya se sabe que de poco importa todo, cuando Dios está de nuestro lado.


También sentenció el Santo Padre que, "no se puede seguir a Jesús en solitario, ni hacerlo fuera de la iglesia católica". Mensaje tan elitista y excluyente, que la verdad, a mí me resulta muy poco cristiano, en especial, si es verdad eso de que todos somos hijos de Dios, e iguales ante sus ojos. Lo cierto es que resulta mucho más fácil y cómodo ser oveja que pastor; aunque, sea churra o merina, cuanto más oveja sea la idem, menos difícil lo tendrá el pastor. Es fácil no delinquir por miedo a las consecuencias, lo difícil es no hacerlo por tener principios éticos. Hay que tener fuertes convicciones para ser justo, y no en busca del beneficio propio, sino por el bien ajeno. Y es la educación, y no el dogma de fe, quien nos dota de esos principios y valores. Creo que os he contado alguna vez que yo aprendí a leer y escribir con unas monjas. Y también me enseñaron otras muchas cosas vitales para mi educación y formación como persona, por ejemplo, a tener fe y amar al prójimo. Pero nunca condicionaron esa fe al coto privado de la iglesia católica. Y mucho menos, supeditaron ese amor al otro, a las creencias de éste. Me enseñaron a amar al prójimo sin complejos ni prejuicios, ya sea semejante o diferente. Tal vez la causa sea por que las hermanas Covadonga, María del Carmen y María Teresa, son, además de monjas, muy buenas personas, y unas verdaderas cristianas. Pero ya se sabe que el hábito no hace al monje, ni a la monja. Lo que sí hace a la Verdad, es la Sinceridad.


La pasada semana, una profunda tristeza me invadió viendo los acontecimientos desatados durante las JMJ de Madrid. Respeto profundamente todas las creencias, y considero que todo el mundo tiene derecho a expresarlas líbremente, pero detesto a los extremistas, con creencias y sin ellas. Tampoco me gusta la hipocresía, y por eso me resulta vergonzante ver cómo se mercantiliza la fe; banalizándola, trivializándola; exhibiéndola como una ideología através de ostentosos espectáculos mediáticos ajustados a los dictados de la moda y el marketing, más propios de Lady Gaga que de seguidores de las enseñanzas de Jesús. Me repugna ver como algunos utilizan a Dios para encubrir el odio y la sed de violencia. Me revuelven las tripas quienes utilizan el Evangelio y a Jesucristo para hacer políticas rasteras basadas en el enfrentamiento, el miedo y la mentira, que sólo buscan la imposición de sus ideología através de la violencia. Me indignan quienes, generalizando, prejuzgan y condenan injustamente a miles de hombres y mujeres que valiéndose sólo de su fe cristiana, consagran su vida a los verdaderos necesitados de la tierra. Bendita su fe. Me avergüenza ver a quienes piden tolerancia y respeto increpar e insultar a sus semejantes por sus creencias. La tolerancia no se impone, se predica, y siempre, con el ejemplo. Durante las JMJ de Madrid, he oido a católicos y láicos especular por igual con la posibilidad de que Dios apareciese de pronto en escena. Para los unos lo haría en Cuatro Vientos, frente a ellos, los católicos. Para los otros lo haría en la Plaza de Sol, junto a ellos, los láicos. Y ya puestos a especular, también lo hicieron con la posibilidad de que Jesús volviera a caminar entre los vivos. Claro está que para los católicos lo haría junto al Papa, desplazándose sobre la tierra, en papamóvil. Y que para los láicos lo haría encabezando la marcha láica, a pié, tirando de pancarta. En mi humilde opinión diré que la primera posibilidad, la de la irrupción de Dios, yo no la contemplo. Como he dicho, está muy ocupado. La segunda, la del retorno de Jesús a la Tierra, me resulta improbable e inverosimil pues creo en la física, pero puesto a imaginar... Yo creo que si Jesús de Nazaret estuviera por Madrid durante esos dias, no estaría ni con los unos, ni con los otros; estaría llorando de impotencia por ver al ser humano preso del odio, la intolerancia y el ansia de poder, e imponer, de las ideologias. O tal vez estuviera en la periferia, allí donde mal viven todos esos que no acostumbramos a ver, ni a mirar, por que la pobreza no es una opción ideológica, sino una condena real, orquestada de forma colectiva. O quién sabe si, ante la dificultad de ser el hijo de Dios, no optaría por quedarse en casita haciendo lo mismo con lo que yo os voy a dejar por hoy, rezando este Padre Nuestro.


P.D.:El título "Qué difícil es ser Dios", es una fascinante novela de Arkadi y Boris Strugatsky, que recomiendo a toda persona con interés en conocer y descifrar la naturaleza, idiosincrasia y alma del ser humano. En castellano está editada por Gigamesh.

martes, 16 de agosto de 2011

Héctor Germán Oesterheld, memoria eterna.

Entre 1974 y 1979, 656 personas fueron desaparecidas en la provincia de Tucumán, Argentina. Decir "desaparecidas" es un eufemismo bien intencionado, pues en realidad fueron secuestradas, torturadas y asesinadas.



En 1976, yo tenía dos años, gustaba de jugar con un osito de peluche llamado Peposín, y pasaba las horas mirando fascinado girar los vinilos de mi madre en el tocadiscos de mi padre. Mientras, en Tucumán, unos malnacidos jugaban a ser Dios con las vidas ajenas y "desaparecian" a una joven de 24 años, Diana Irene Oesterheld Sánchez, y a su marido, Raul Araldi. Ella era hija de Héctor Germán Oesterheld y Elsa Sánchez, y estaba embarazada de 6 meses. El crimen fué triple. A Oesterheld y su mujer, Elsa, les quedaban otras tres hijas y dos nietos. Entre 1976 y 1977, esos mismos malnacidos con voluntad de psicópata, embriagados de odio y fascinados con el ejercicio de la violencia de estado, hacian girar su ruleta y "desaparecian" una a una a Beatriz de 19 años, Estela de 25, y Marina de 18. Todas Oesterheld Sánchez. Todas "desaparecidas", incluyendo otro yerno, y otro embarazo. "Ellos", nunca tienen bastante.

El 21 de Abril de 1977, Hector Germán Oesterheld, era "desaparecido" a los 60 años, por los mismos tipos, de iguales uniformes. Con su "desaparición", el mundo de la historieta en lengua española, perdía, más que probáblemente, a su narrador más importante e influyente. Nadie ha sabido como él entretener enseñando, ni enseñar entreteniendo a través del lenguaje del cómic. Creó al "Sargento Kirk", con dibujos de Hugo Pratt, enmarcado en el western, pero a diferencia del resto del género, nadie como Kirk enseñaba a desconfiar del poder, ninguno expresaba su templada y lúcida rebeldía. Con "Ernie Pike", también con dibujos de Hugo Pratt, se sumergió en el género bélico. Pero sus historietas bélicas, sus cuentos de guerra, no hablaban de los mismos héroes impostados que el resto. Oesterheld se valía de la guerra para mostrar su absurdo e inutilidad, con un claro objetivo, la confraternización entre enemigos, es decir, la paz.

Con "El Eternauta", su creación más emblemática, con dibujos de Solano López y Alberto Breccia, traspasó las fronteras del cómic, rebasó los marcos de las viñetas, y creó un héroe eterno, y una historia atemporal que nos advierte de los peligros del abuso del poder. Esos "Ellos" que aparecen en "El Eternauta", tuvieron cara en los 60 y 70, y desgraciadamente, siguen teniendo cara hoy. Una cara que muta con el tiempo y sus circunstancias, y que hacen que Juan Salvo, El Eternauta, siga teniendo vigencia, y resultando tan necesario hoy, como lo fué entonces.
En 1998, durante un homenaje que se le rindió en la Semana Negra de Gijón, el dibujante José Muñoz, como respuesta a ¿qué propone Oesterheld en su obra?, decía "humanismo, amistad de la buena y la casi perenne convicción de que no es obligatorio para vivir, ser un hijo de puta, un asesino, un imbécil moral, un exhibicionista de la ignorancia y las demás lacras que oscuren nuestro tiempo en el mundo". Yo, suscribo sus palabras a pies juntos.
Ayer os hablaba de "El Eternauta", a cuento del fallecimiento de Francisco Solano López. Hoy, quiero hablaros de "La mujer del Eternauta", un largometraje documental dirigido por Adán Aliaga, que repasa la vida de Elsa Sánchez, viuda de H.G. Oesterheld. De aquella familia argentina formada por un padre, una madre, cuatro hijas, dos yernos, dos nietos y dos más en camino, decidieron "Ellos", los asesinos, que sólo quedaran vivos Elsa Sánchez, y sus dos nietos, Martín y Fernando. Este documental que os recomiendo encarecídamente, cuenta su historia. Y nadie mejor que Elsa Sánchez puede contarla, por que Elsa es la heroina de esa triste historia, Elsa es la mujer del Eternauta. Y El Eternauta es el garante infinito del legado y memoria eterna de Héctor Germán Oesterheld. Un escritor que fué historietista, y un ser, que fué, es y será, humano, y por ello, imprescindible.

lunes, 15 de agosto de 2011

Francisco Solano López, navegante eterno.

Quienes seáis habituales por estos lares, recordareis que hace tiempo os hablé de un encargo que recibí sobre una figura de El Eternauta.

Y es posible que también os hayáis acordado de mis progenitores al ver que pasaban los meses y yo no acababa de cumplir mi promesa de subir las fotos de la susodicha figura al blog. Por causas que no viene ahora a cuento explicar, lo cierto es que me había olvidado de ese tema. La semana pasada, desgraciádamente, lo recordé. A las 6 de la madrugada del jueves 11 al viernes 12, me enteré de que hacía escasas 2 horas, había muerto en Buenos Aires, a los 82 años, Francisco Solano López, sin duda uno de los más grandes historietistas que Argentina ha dado al mundo.
Historietista imprescindible, de una fina y certera plasticidad en sus dibujos, Solano nos ha legado obras como "Slot Barr" (con guión de R. Barreiro), "Kelly Ojo Mágico", "Ana", "El instituto", y un largo etcétera que lo hacen merecedor de estudio e incuestionable reconocimiento por su valiosa aportación al noveno arte. Pero es sin duda la coautoría, junto al guionista Héctor Germán Oesterheld, de "El Eternauta", lo que ha convertido a Solano en una leyenda. Por que "El Eternauta", es decir, ese héroe del pueblo, pacífico e inagotable al desaliento que es Juan Salvo, es mucho más que una historieta de ciencia ficción. Es un canto a la lucha justa por la libertad, y la denuncia y advertencia de lo que, sumados el poder desaforado, el odio, la avaricia y falta de ética, dan como resultado.
Leí "El Eternauta" de niño, y me marcó para siempre. Yo era un niño, y lo sigo siendo, que gustaba de las historias de ciencia ficción, tanto, que no me importaba el medio por el que me llegasen. Cine, literatura, cómic... cualquier forma de expresión era bien recibida por mí si me contaba historias de exploradores de otros mundos, de futuros probables o imposibles, o de invasiones extraterrestres. La práctica totalidad de aquellas historias que me hacian soñar mirando las estrellas, acontecía en Estados Unidos. A mí, desde España, los U.S.A, con un idioma e indiosincrasia que yo no comprendía, me resultaban muy lejanos, casi tanto como Marte. Así que yo me sentía tan a salvo de una posible invasión extraterrestre, como Hemingway de los toros viendo los San Fermines desde un balcón.

Lo normal, en caso de invasión, era que atacaran algún lugar del medio oeste norteamericano, y no Madrid o Gijón. Pero toda esa tranquilidad cambió para mí con la lectura de "El Eternauta". Los argentinos y yo, con nuestros matices, hablábamos la misma lengua, estábamos en el mismo planeta. "Ellos", los extraterrestres, habian invadido Buenos Aires, y en mi mentalidad infantil, la capital argentina resultaba mucho más cercana que Chicago o Milwaukee. "Ellos", los invasores, también podian invadir Madrid o Gijón.

Miré con recelo caer los copos de nieve durante largo tiempo. Con los años, he dejado de mirar al cielo buscando invasores, pues he aprendido que la tierra está llena de "Ellos", e infestada de Cascarudos. Y con cada relectura de "El Eternauta", sueño con ver el día en que el espíritu de Juan Salvo invada las conciencias de los seres humanos para siempre.

El pasado día 12, Liniers publicaba en su blog un precioso homenaje a Solano que decía "hoy llueve fuerte en Buenos Aires". Mientras escribo estas líneas, 3 madrugadas después, oigo cantar a las gaviotas, que siguen anunciando lluvia en Gijón. Y yo, mientras pienso en Solano y escucho tangos, lluevo. Lluevo mucho y sigo lloviendo con Buenos Aires, por mi Eternauta querido.



P.D.: Muchas gracias a la imprescindible Isa, por hacerme este video a la carta, y a tod@s los argentin@s y demás habitantes del continente americano que me consta seguís el blog de este humilde artista del trapecio. Besos, abrazos y achuchones múltiples para tod@s.

martes, 9 de agosto de 2011

Summertime western

El verano sigue avanzando, y el calor aumentando. Las ideas, las palabras, el todo, se hace denso, se ralentiza. Tal vez por eso he pensado en esta figura que realicé hace tiempo para la colección privada de J.P., titulada "Ellen Stone". Una pieza refrescante, para un tiempo asfixiante. A muchos les vendrá a la cabeza la Sharon Stone del spaghetti-western de Sam Raimi, "Rápida y mortal". Yo, prefiero pensar en ella como lenta y vital. Y cada uno, que piense lo que quiera.

Lo cierto es que hace mucha falta refrescarse, pues en estos dias veraniegos lo menos caluroso puede que sea el clima. Los ánimos del personal cada vez están más y más acalorados. Y no es para menos. Leer la prensa empieza a dar miedo, además de revoltura, y eso, acalora al más templado. Los especuladores siguen imponiendo impúnemente su ley. Los gobernantes cada vez se parecen más al ayudante cutre de un sheriff malo de western de tercera. Se impone la ley del talión, e impera la del talón (bancario).

Pistoleros ultraderechistas salpican de sangre las portadas de la prensa internacional con sus crímenes en masa. El nuevo colonialismo está decidido a retornarnos a los oscuros dias del esclavismo en las plantaciones de algodón. Los indios cada vez son menos, y aquellos que con descaro y mal gusto llaman a su exterminio progreso, cada vez resultan más patéticos haciéndose pasar por "el bueno", cuando su esencia es la de "el malo", y en el mejor de los casos dan malamente la talla de "el feo". Pues sí, eso de que el mundo sea cada vez más parecido a un mal western, acalora a cualquiera con dos dedos de frente.
Sí, en este tiempo de verano hace falta, mucha falta, refrescarse. Y tal vez por ello uno sienta la necesidad de desplegar sus alas y dejarse llevar por esta justiciera de spaghetti western, de melena soleada y lunar pecaminoso, a un oeste menos polvoriento y sofocante, o al menos, con más encanto.
En este tiempo de verano, el poderoso salitre del mar, disipa las lágrimas de impotencia.