IRES, DEVENIRES, Y REFLEXIONES ESCRITAS EN VOZ BAJA.

viernes, 30 de diciembre de 2011

La Paz del Susurro.

Mientras escribo estas líneas, 2011 consume sus últimas horas de vida. Sí, el tiempo consume los años con la misma facilidad que yo cafeina por vía oral. Y sí, por el tiempo, es por el único que no pasan los años. Es éste un post que pretende despedir el 2011, o dar la bienvenida al 2012, que no es lo mismo, pero sí un evento coetáneo.

Es tiempo, éste de fin de año, de echar la vista atrás, de balances sesudos de andar por casa, de rememberings nostálgicos de lo mejor y lo peor, que no es igual pero es lo mismo, de recuerdos de ausencias y presencias...
En un principio, pensé en dedicarme a contar lo más mejor de mis peripecias en el año que se acaba, como que por fin he podido ver una expo de Jean Claude Mezieres sobre "Valerian et Laureline" (gracias a la Fundación municipal de Cultura de Gijón), o una brillante colección de originales de "Valentina" de Guido Crépax (gracias a la Semana Negra), o una espectacular expo del Arte Fantástico de Ciruelo (gracias a la labor de Jorge Iván Argiz para el CMAE de Avilés), o de lo mucho que me reí y disfruté leyendo "A 40 Km del Pacífico y 30 de Charles Chaplin" de Jardiel Poncela (gracias a Rey Lear, y al encanto de mi amiga Gema, que está en todo), o de la brillante disertación de Jesús Palacios sobre la "otra" generación del 27 en la presentación de la edición en dvd de "La Torre de los 7 Jorobados" (por fin!, gracias a Versus Entertaiment) ... pero no, creo que sería demasiado pedante.

Quizás sería mejor hablaros del divertido encuentro y reencuentro entre Avilés y Madrid con Émile Bravo, o de la satisfacción de presentar mi figura del Phantom en las Jornadas del Cómic de Avilés junto a Joan Boix, o de la alegría de ver rejuvenecer a mi querido Esteban Maroto con la edición de esa joya de la psicodelia espacial llamada "5 x Infinito" (gracias a Glénat), o de mis noches en blanco de Semana Negra junto a mi buen amigo Alberto López Aroca, o de lo mucho que fuerza mi memoria con sus entrevistas Germán Menéndez para el libro que escribe sobre el cómo, cuándo, dónde y porqué de este artista del trapecio, o del día que en una comida de sociedad, a la hora de elegir entre varios tipos de ensalada, hice el recurrente chiste de "y también dos huevos duros", y mientras los platos del resto de comensales lucian plenos de luz y color, el mío, tan sólo tenía dos tristes huevos duros, así, sin más nada... pero no, creo que sería demasiado yoista.

Tal vez sería más práctico hablaros de los pufos que me han dejado este año 2011, lo que me obliga a trabajar más, para ganar lo mismo; o que a veces uno piensa que más le valdría ser malabarista de la política o trilero de las finanzas que artista del trapecio; o de que los artistas también merecemos comer tres veces al día, y tenemos facturas que pagar y bla bla blá... pero no, demasiado quejumbroso.
Lo cierto es que no sabía qué contar en este post, y de pronto me vino a la cabeza la viñeta cuyas fotos ilustran mis palabras. La realicé hace unos años para el catálogo de fantasía de Fontegris, y la titulé "La Paz del susurro". Y es que, quizás, en este año en el que la indignación lanzó un grito desgarrador que ensordeció a la clase política, pero no enmudeció a los mercados, sólo me apetece despedir el año entre susurros. Susurros de buenos deseos, y deseos de buenos susurros. Y es mi deseo felicitaros el año con una canción tan ingenua como bella, valiéndome de la susurrante y cálida voz de la artista colombiana Marta Gómez. Hago mios sus deseos, y vuestros, los mios. Os deseo un MUY FELIZ 2012 a tod@s!!.