Tengo una relación de amor/odio con las ferias, festivales, salones, y demás orgiásticos eventos culturales. Participar en ellos me provoca un gran desequilibrio. Supone un cambio de horarios, un cambio de espacio, y una patada en el trasero a la dinámica de trabajo. Eso implica tener que dejar en stand by, durante x dias, los proyectos en los que uno esté trabajando. En gran medida, el éxito de mi trabajo depende directamente de la concentración con la que se aborde. El trapecio es peligroso, y yo, un miniaturista que acostumbra a trabajar sin red. Por contra, la asistencia a estos eventos es un buen pretexto para romper con la rutina del trabajo y abandonar unos dias la soledad de la MarCueva (o estudio, si se prefiere).
Hace unos años, el amigo Pellejero, conversando sobre la cara y la cruz de asistir a ferias, me dijo que lo mejor era conocer gente y las amistades que surgian de ese conocimiento. Desde luego, no se equivocó. Aunque yo creo que hay algo más. El trabajo de ilustrador, historietista, o miniaturista tienen muchas cosas en común. Tal vez más en el fondo que en la forma. Ambas son profesiones que se ejercen en soledad. Son horas y más horas en la intimidad del estudio, fundiéndose casi en uno con la mesa de trabajo. Horas y más horas interiorizando en busca de esas emociones y sentimientos que sacar plasmando en forma de historia, dibujo o escultura. Son expresiones artísticas tan ligadas a la cultura popular, que son frecuente y lamentablemente denostadas por algunos sectores de la sociedad (la ignorancia es lo que tiene, que ni educa ni entretiene). Son universos minoritarios donde abundan las ovejas negras familiares, los librepensadores, soñadores, apátridas e incomprendidos sociales. Y es que la incomprensión, puede hacer que uno se sienta muy solo aún entre un océano de gente. Pero yo nunca, en mis 9 años de participación, me he sentido solo en las Jornadas del Cómic de Avilés. Y es que sus mentores, Jorge Iván Argiz, Ángel de la Calle y Germán Menéndez, han sabido hacer algo muy especial con las Jornadas. Han hecho que el mundo sea un lugar más pequeño y agradable, en el que los diferentes, somos una minoría cada vez más mayoritaria. Año tras año, han ido convirtiendo Avilés durante unos dias en ese espacio común, crisol de la multiculturalidad lleno de pasión y tolerancia, de diferencia igualitaria, donde confluyen tantos caminos distintos que transitan en una misma dirección.
Quienes sigáis los lances y chances de este artista del trapecio, sabréis que desde hace 9 ediciones vengo realizando la figura conmemorativa de las Jornadas. Dato éste que inducirá a pensar a más de un@ que mi opinión al respecto del evento no será muy objetiva. Acertará. Por que ese triunvirato directivo, y el maravilloso equipo de gente que lo respalda para hacer las Jornadas posibles, me ganaron el corazón desde la 1ª vez que puse mis pies en su incomparable proyecto. Y os aseguro que mi corazón no ha sido el único cautivo por ese curioso grupo de incombustibles activistas culturales.
A un salón de gran presupuesto como Madrid o Barcelona, suelen acudir dos tipos de autores; los que tienen su público y son invitados por su obra, y los que carentes de lo uno y lo otro, se tienen que costear la asistencia cargados de mucha ilusión y hambre de mundo. Salvo que el evento les pille cerca, no es habitual encontrarse autores del primer tipo que no estén en la lista de invitados. Es muy lógico y comprensible, pero no es el caso de las Jornadas de Avilés. En los últimos años, la lista "no oficial" de autores que por su voluntad deciden pasarse unos dias en las Jornadas, casi triplica la oficial. Y es que son muchos los autores de éste y el otro lado del charco que quieren vivir, revivir y formar parte de ese ecléctico universo paralelo de espacio concreto y dimensión difusa, que llaman Jornadas del cómic de Avilés. Uno puede encontrarse por allí con un maestro de la literatura de ciencia ficción como Ian Watson presentando sus "Putas de Babilonia"; al coreógrafo de Hollywood Rick Meyers, responsable de la que dicen "Pelea del siglo" (y no me refiero a la de Muhammad Ali con Joe Frazier, sino a la de Bruce Lee con Chuck Norris); o a un enorme Thor y su espectacular Valkiria poniéndote una cerveza.
Todo puede suceder en las Jornadas. Yo mismo, apunto estuve de solucionar los problemas del mundo durante una cena, junto con Émile Bravo (probáblemente el mejor autor de Spirou con permiso de Franquin). Así es, el mundo tiene solución, y nosotros la encontramos. Pero ante la pereza que nos dió tener que empezar por el principio, es decir, la familia, decidimos dejar que el mundo se perdiera en la noche y ahogar sus problemas entre risas y bebidas espiritosas. Con una María balcánica, de carácter volcánico y nombre impronunciable, estuve a punto de descubrir los secretos del azar. Aunque al final, el tiempo nos obligó a conformarnos con descubrir, no sin sorpresa, que nuestros azares habian confluido, tiempo atrás, en el Harlem. Fué con otro serbio, uno con alma de blues y honestidad india en las venas, de nombre Rajko Milosevic, y apodo Guéra, con quien descubrí tantas cosas, que aún las estoy buscando. De momento he encontrado su amistad, que conservo y prometo cuidar con mucho mimo. Con el amigo Joan Boix he comprobado que mis héroes de infancia gozan de plena salud, pues mantienen su ilusión intacta, y lo que es aún mejor, sus ganas de seguir compartiéndola, en pro de la Aventura. Con mis queridos Sergio Bleda y Anita, sigo descubriendo cada día, que nuestra amistad no es de esas para siempre, sino para mucho más lejos ;-) Y así, tal y como os cuento en esta crónica sentimental, entre encuentros y reencuentros, hallazgos increibles y casualidades imposibles, he transitado un año más por esa otra dimensión de diversidad sin fronteras, que llaman Jornadas del Cómic de Avilés.
Las fotos, amablemente cedidas por Germán Menéndez, son:
1-Yo mismo, Joan Boix y Ángel de la Calle, durante la presentación oficial de la figura conmemorativa de este año, dedicada a The Phantom.
2-Paseando con R.M.Guéra en una escapada dominguera por Gijón.
3-Cartel de promo de la figura conmemorativa de las XVI Jornadas.
4-Con Anita y los pececitos de colores de Jorel. Pues eso, haciendo el pez!.
5-El firmante, Isa, Sergio y Anita. Las noches son largas y... es dura la vida del Rock & Roll :-)
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