IRES, DEVENIRES, Y REFLEXIONES ESCRITAS EN VOZ BAJA.

lunes, 20 de junio de 2011

Una madrugada con B.B. King

Gracias, y a pesar, de mi trabajo como miniaturista, puedo hacer con regularidad, e incluso exceso, una de las cosas que más me apasiona, conocer multitud de personas, de múltiples personalidades, tonalidades y nacionalidades, y de la más diversa índole. Y digo a pesar, por que esa parte del trabajo que compete sólo a uno mismo, cuando se encierra en su cueva (llámese estudio) cerrando las fronteras de su micro-universo, con la única compañía muda de las pequeñas esculturas (de las que son, y de las que están por ser), es un momento que ocupa mucho espacio en el tiempo, y requiere de gran cantidad de íntima soledad. Y digo gracias, por que vivir de un oficio como éste, manteniéndose independiente en un mundo y un tiempo como el presente, requiere estar en constante movimiento. Y en ese permanente vaivén, uno va haciendo camino al andar, y amistades al caminar.
En mi último paso por la Soleada Madrid, los inescrutables caminos del azar y los escrutables enredos de las relaciones sociales, me llevaron a conocer a Tano, dicho de otro modo más ortodoxo, David Suárez. Tras medio día de insufrible viaje, con apenas dos horas de sueño, una tarde sofocante de estresante agenda, en un Madrid confuso y convulso entre la necesidad de indignarse y el miedo a la confluencia de tanta indignación, por fin se hizo de noche. Y me encontré, previo paso por una feria gastronómica gallega, es decir, una orgiástica romería culinaria (en sentido alimenticio), en casa de Paloma y Tano, los amigos, de un amigo, de una amiga, que también quiso el azar que conociera tiempo atrás. De pronto, por arte de birlibirloque, y por el encanto de los anfitriones y demás comensales, en aquella acogedora terraza, entre palabras y volutas de humo, risas y cafés, el tiempo pareció detenerse y la noche se convirtió en madrugada. Con la vista nocturna de tantos tejados, y la luna como testigo, el gato de la casa me rondaba ronroneando, tal vez aceptándome en sus dominios, o simplemente atestigüando que por la noche, todos los gatos somos pardos. Mi pareja se interpuso al gatuno y platónico romance para hacerme mirar unas fotos en una pequeña pantalla de móvil.

David Suárez "Tano", es fotógrafo profesional y responsable de las imágenes que ilustran estas palabras. Y pequeña, sólo era la pantalla del dichoso aparato, pues las fotos rebosaban fuerza y "duende" por cada lado que uno mirase. La una, uno de los mejores retratos de B.B.King que he visto, la otra, una extraordinaria instantánea de un trompetista apurando la nota. En su contra diré que tratándose de Blues y trompetas, es fácil tocarme la fibra sensible. A su favor, que si algo no me llega, se me nota. Después vendrian más retratos, de Tomasito, Raimundo Amador, Garbajosa..., y fotos de flores, bodas, embarazos, y zapatos, muchos zapatos. El conjunto de tan ecléctica sucesión de imágenes, transmite el amor y profundo respeto por el oficio de la fotografía, y la sensibilidad y el talento artístico innato de quien ve más allá de lo visible, y tiene la capacidad de inmortalizarlo en una imagen. A mi regreso a casa, he estado navegando con calma por su web y blog, que aprovecho para enlazaros y recomendaros visitar.

Sobre las fotos podría decir mucho, que me encanta, por ejemplo, esa pareja de novios que parecen darse a la fuga intentando perderse entre los ajenos paseantes, o que la foto de B.B.King (el último King del Blues) con el puño en alto dice más de él y su periplo vital, que todas las entrevistas de la revista Rolling Stone juntas. Pero ya sabéis que una imagen vale más que mil palabras, y Tano habla através de sus fotos más aún que de su boca, y diré que es un gran conversador. Sólo añadiré que recordaré la velada con Paloma, Tano, Sergio, Gema, Isa, el gato y el durmiente Illán, como un espacio en el tiempo de lo más reconfortante, que como ya he dicho, los caminos del azar son inescrutables, y yo me alegro del confluir de los nuestros, que desconozco el nombre del gato pero yo lo llamaré B.B The Cat King, que los pies del que suscribe son ligeros para el camino, y el objetivo de la cámara de Tano, sincero y certero.

3 comentarios:

  1. Mudo me quedo, sin palabras vamos.

    Muchas Gracias.

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  2. La gata se llama Prubina, Pru para los amigos.

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  3. ¿Mudo tú?, juas juas!!
    Para gracias las de Pru "the cat Queen".
    Siendo gata, el idilio llegaría lejos ;-)
    Abrazos desde Axturias

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